Páginas

domingo, 26 de julio de 2009

¿Por quien aullan los perros del barrio?

Sin duda uno de los mejores eventos de Jazz que hubo este 2008 fue el JazzPerú de semana santa y a cada uno de nosotros, aficionados a este género nos pareció bastante especial. Yo recordaré muy nítidamente esa noche cuando comenzó, sorpresivamente en el Parque de la Huaca de Santa Catalina.


Todavía no me pasa la consternación del todo. Llegué al barrio esa noche más temprano que lo planeado después de haber soportado el peor embotellamiento en Lima desde el terremoto de agosto y busqué en el hogar, el recogimiento propio de la semana santa como hacemos las personas piadosas.

Pensé en ver al fin ¿por quién doblan las campanas? en televisión y ya no salir pero apenas me senté en la cama para sacarme el pantalón se escuchó un sonido en la calle muy fuera de lo normal, tan extraño que los perros comenzaron a aullar.


Me puse las chancletas para no salir a la calle descalzo y bajé a investigar lo que sucedía, abrí la puerta y ví luces entre los árboles, gente que se aglomeraba y ese extraño sonido que aún siento en las orejas como una dulce picazón. A lo lejos aluciné que estaba Lenny Picket tocando su saxo en el parque. Me comencé a acercar lentamente para ver mejor.

Estaba todo de negro, colorado, con el pelo parado como una oveja y lucía más alto que cómo lo había pensado. Dejó el saxo y tomó un clarinete, luego la flauta traversa. Era obvio lo que sucedía, pensé, me había dormido muy rápidamente luego de llegar y como en todo sueño se juntaron allí imágenes muy distintas sin ninguna lógica, revueltas una sobre otra. 


El pastor chusco del sastre de la esquina pasó delante del escenario azul en donde tocaba, levantó la patita y le dio la meadita de rigor. A este músico no habría tenido oportunidad de escucharlo en Lima, Nueva York o en ninguna otra ciudad del mundo ni con plata en mano. Además en Lima los discos de Tower of Power estaban caros para mi bolsillo por eso sólo quedaba escucharlo los sábados en la noche a través de Saturday Night Live , que aquí se pasaba por Sony en la noche, pero de los viernes (plop) 


En el parque había menos de doscientas personas.

El vecindario y algunos músicos que se enteraron de la visita de tan inesperado forastero y que lo espectaban como si fuese un marciano. No estaba sólo, sonaba con una gran banda e interpretaban juntos unos arreglos tan exquisitos para los que no tengo adjetivos. Algunos vecinos le pidieron un valsecito a lo julio Mori, otros una cumbia del grupo 5 , tócate algo de verdad, pues colorao.

En medio de su solo de saxo, el guachimán del barrio, para variar medio zampado, lanzó un pitazo a todo pulmón (porque en ese parque ¡nadie iba a venir a soplar más fuerte que él carajo!) Por suerte lo callaron unas vecinas.

A medio concierto el gran Lenny se bajó de la tarima en un momento en el que le tocaba descansar. Caminé hasta él, busqué un lapicero del bolsillo y le dije si podía darme su autógrafo.


Claro! puedes deletrearme tu nombre? me dijo


B-a-r , B-a-rrrr-a-b-a-s y Huelcam tu Santa Catalina! le dije

My pleasure! respondió, firmó y al lado escribió una frase celebre: 'What is hip?' (algo como ¿qué es lo paja? o ¿qué es lo bacán!?)) que precisamente es el nombre de éste tema famoso

http://www.youtube.com/watch?v=SMhrScWm634 por él (tómense la molestia de esperar que cargue y escúchen este solo, vale la pena porque es un extraterrestre)


Al final el público se mostró entusiasmado, comentaban que no era la primera vez que este parque tenía jazz (porque Gabriel Alegría, responsable del evento y fiel a su nombre, ya llevó a otras bandas antes) e inclusive los vecinos ya hablan del 'Santa Cata Jazz Fest' (pondremos cadenetas y venderemos chelas) y antes de elegir a nuestro próximo alcalde exigiremos a los candidatos que prometan jazz todos los veranos. 



Guardé mi autógrafo. Llegué a mi casa y mi jefecita me esperaba en la escalera con el amasador en la mano. Me preguntó que a donde me había ido mas de dos horas con el pretexto de que los perros aullaban.

Le respondí erróneamente, al menos la primera frase fue muy pero muy mala: “no me vas a creer” le dije, casi como ordenándoselo.

¿te acuerdas del saxofonista ese que tocaba en el programa de los sábados en la noche? 


Me miró, no respondió nada, ni siquiera se inmutó

¡estaba tocando en el parque!
le dije presa de la deseperación
Se acercó a olisquearme la ropa, se volteó y alcancé a escuchar que dijo “graciosito eres” mientras se iba.
 


Barrabás

No hay comentarios:

Publicar un comentario