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martes, 26 de agosto de 2008

HALLOWEEN PERUANO

De brujas, valses, caramelos y calumnias

Contarle a algún extranjero sobre lo que ocurre en el Perú cada 31 de octubre no es nada fácil.. Hace poco le intentaba explicar a unos amigos que no gozan del privilegio de ser peruanos, ni siquiera latinos, sobre ese día y debí recurrir a lo que mejor nos identifica: la comida. “Es un plato a medio cocinar, un arroz con mango que con el tiempo los peruanos convertiremos en un suculento sancochado” les dije y fue peor.

Si necesitara escribir un trabajo periodístico, para zafarme del tema simplemente colocaría como título “¿Halloween o música criolla?” y entrevistaría a algunos personajes de la farándula para que den su opinión que siempre será la misma: “yo celebro el día de la canción criolla pero a mi pareja le gusta el Halloween y tratamos de arreglårnosla para divertirnos juntos”.

Tampoco es para remontarnos miles de años hasta los orígenes de esta celebración pagana de la Muerte, ni a los celtas ni los druidas, pero deberíamos por lo menos reconocer que nuestro 31 de octubre es bastante original. En primer lugar es el Día de la Canción Criolla (o peruana) y la Noche de Brujas, es decir que queda abierta la posibilidad de que los festejos comiencen muy temprano y con pleno sol.

Por eso desde el mediodía ya comenzamos a escuchar los sonidos plimplineantes de las cuerdas criollas (como no suenan en ningún otro lugar del mundo). Se oyen valses en radios locales y la tele privada (en programas que no tocaron uno sólo en todo el resto del año) y también se oyen “en vivo” en cualquier cebichería a donde va todo buen peruano que se respete, cuando los soleados días de fines de octubre así lo exigen.

Al atardecer (cuando el sol se ahoga tras el Pacífico, dejando nuestro mundo sumido en la oscuridad) comienzan a aparecer los primeros celebrantes: los niños. Grupos de infantes disfrazados, desde dulces angelitos hasta hordas de pirañas mamarrachentas que salen a las calles para visitarnos casa por casa tocando puertas y timbres haciendo ladrar a los perros furiosos y asustados por los gritos de ¡jalo huín –jalo huín!

Como todos los años, mi vecino el señor Gordillo (que no celebra ni su santo) saldrá muy serio y despeinado a abrir la puerta con su bolsa de caramelos. Los niños seguirán gritando jalo huín pero más fuerte porque ya vieron la bolsa. Gordillo se parará tras la reja y los mirará de uno en uno sin inmutarse, los verá a todos hasta descubrir al peor disfrazado y le preguntará: ¿tú qué eres?

El niño temeroso casi nunca responde, aunque un par de veces los más palomillas lo han cochineado tan bien (lo digo yo, que escucho tras la puerta cuando suena su timbre) que he debido hacer un esfuerzo para que no oiga mis carcajadas. Él no les da nada aún porque su evaluación es muy severa y eso es lo que me parece realmente interesante. Gordillo les lanza su segunda pregunta: ¿quién sabe cantar un vals?

Los niños se miran entre ellos, se ríen, no quieren cantar. El vecino abre la bolsa, saca un caramelo, lo desenvuelve y se lo mete a la boca y ahora pregunta chupándolo: ¿ya pues, quiéd sabe cadtad um wals? Por ahí uno se manda, ¡perro regreeeesa!. Gordillo se molesta por el cambio de la letra, ¡no pues!, le dice. “Es que mi perro se ha perdido pes tio” le responde la piraña que finalmente la canta bien y se lleva la bolsa.

Como a las once de la noche los más jóvenes se irán a sus tonos con disfraces (generalmente malos los de los hombres) Los adultos o a quienes no les da el vacilón para disfrazarse irán a una peña. Curiosamente allí también encontrarán a gente disfrazada que prefirió cambiar de planes. Mitad y mitad. Se bailará reggaeton, cumbia, merengue, salsa, un festejo y al final, valses para que griten los más empilados.

Al menos escucharemos lo mejor de la música peruana a diferencia de la mismísima gringolandia en donde se tendrán que soplar a Michael Jackson en Thriller (en el mejor de los casos) y en el peor tenerlo haciendo los miserables coros en “Somebody is watching me”(2). Si tuviera autoridad para recomendar algo alegórico para este día sería Nina Simone cantando “I put a spell on you” (3) o “Brujería” del Gran Combo (4).

Este Halloween 2008 será aún más especial si tenemos en cuenta que Magaly Medina, la más celebre e influyente bruja peruana, estará tras las rejas (está por verse dice Nakasaki) y no extrañaría que ya se planée una parodia de Paolo Guerrero y otras víctimas de sus acusaciones mal fundamentadas dedicándole “Víbora” (1) ese vals que -mejor que nunca antes- le cae como anillo al dedo y que en su letra dice así:

“Yo se que has de vivir pensando en la maldad que conmigo cometiste, ese daño tan cruel que me hiciste mujer no lo perdonaré, (aquí viene lo importante) me culpaste de algo que nunca cometí, ese remordimiento no deja un momento que vivas en paz .Vibora ese nombre te han puesto porque en el alma llevas el veneno mortal de la calumnia y la maldad”

Confíemos pacientemente que en algunos años esta celebración descuajeringada cuajará sabrosamente y tendremos una celebración a la Muerte (que es la verdadera razón que encierra) como la tienen en Méjico sin recurrir a reemplazarla por esa cucufaterìa santurrona llamada “Holy Wins” (en vez de Halloween) que se inició si mal no recuerdo en Francia. Recémosle a los finaditos porque así sea. Barrabás



(1) http://www.youtube.com/watch?v=9Xs9OQHpwDE

(2) http://www.youtube.com/watch?v=LPuvzIiheKg

(3) http://www.youtube.com/watch?v=ORSzfw8FE-o

(4) http://www.youtube.com/watch?v=CFy6mXXSgK8

(5) http://www.youtube.com/watch?v=QGaITU8UbWsente.